Rompiendo Barreras

Hoy he dado un paso más hacia la meta de la Maratón (si os habéis fijado siempre escribo la palabra "Maratón" en mayúsculas, quizás es por el respeto que me impone). He superado la barrera de los 30 kilómetros.

Ya ayer, aunque tenía partido de pádel, tenía la cabeza puesta en la tirada larga de hoy. 30 kilómetros son muchos km para mí, y la verdad es que me tenían un poco preocupado. No sabía como iba a responder.

A las 14:00 llamo a un coleguilla y le digo que me tiene que hacer un favor: "oye Gabi, hoy tienes que echarme una mano. Tienes que correr conmigo un rato porque tengo que hacer 30 kilómetros esta tarde en un circuito de 6 km y me puedo morir de aburrimiento". "Sin problema. Haré algunos kilómetros contigo", responde él. Así da gusto.

A las 18:15 comienza la aventura. Los kilómetros pasan despacio, pero al menos voy acompañado y eso me ayuda bastante. Voy hablando con mi amigo pero no pierdo la concentración. Un paso, otro, otro...

Cuando mi amigo me abandona todavía me quedan muuuuuchos kilómetros por delante, así que opto por ponerme "El Carrusel Deportivo" en el mp4. Normalmente corro con música pero hoy no quería que nada me pudiera interferir en el ritmo que deseaba llevar. Ritmo de Maratón.

Termina la segunda parte del Espanyol-Athletic. Sigo en la carretera.

Solo siento alguna molestia en las piernas como consecuencia de la dureza del asfalto, y me acuerdo de los entrenamientos por pulsaciones del bloguero Biciatleta. "Quizás lo esté haciendo bien sin saberlo", pienso.

Gol de Barça (se me escapa un grito y un viejo sentado en un banco se asusta un poco). Sigo en la carretera.

En el km 20 decido salirme del circuito marcado e improvisar un poco. Esa elección me da alas y mis piernas parecen agradecer pisar terreno nuevo, y no el mismo por el que llevaban caminando más de 2 horas.

Termina el partido Sporting-Barça. Sigo en la carretera.

Ya me queda poco. Empiezo a pensar en dejarlo en el kilómetro 28, porque pasaba cerca del coche, pero creo que cuando ha llegado el momento mis piernas han tomado la decisión solas y no han dejado que la tentación me pudiera.

Cuando me quedaban 400 metros iba sonriendo y con fuerzas en la reserva, e incluso me he permitido decirme a mi mismo en voz alta "¡Muy bien chaval!".

Sé que alguno de los que leáis esto os hacéis 30 kilómetros sin mucho problema, pero para mi es la distancia más larga que he corrido en mi vida, así que hoy me voy a la cama con 71 km semanales y viendo la meta de Barcelona más cerca que nunca (aunque todavía queda mucho).

Hasta otra. Ahora le toca a mi hermano mañana en la Media Maratón de Miami.