Ha amanecido con un tiempo bastante desagradable (lluvia y viento a mansalva), pero eso no ha sido suficiente para evitar que a las 10 a.m. nos dirigiéramos imperturbables hacía San Martín.
Como nos apuntamos a todas las carreras, cada vez nos va conociendo más gente y ya más de uno nos ha comentado que le gustaría formar parte de nuestro "equipillo". La verdad es que eso también te sube la moral bastante.
La salida no se ha dado puntual, pero eso no ha parecido preocuparle a nadie. La prueba tiene un carácter popular bastante marcado y el "buen rollito" se notaba en el ambiente.
La carrera comienza bastante lanzada. El pelotón se estira rápidamente y, casi sin darme cuenta, a los 10 segundos ya me encontraba entre los 20 últimos (éramos unos 200).
Poco a poco voy cogiendo el ritmo y Vero se pone a mi vera (que buen juego de palabras eh?). Carmen y otra chica se van quedando y nos pegan 2 voces para que tiremos y nos olvidemos de ellas.
Vamos a un ritmo espectacular para mis costumbres (4:40). Incluso en el tramo de cuesta arriba mis piernas parecen pedirme más.
Superado el kilómetro 2 el viento se pone a soplar muy fuerte, y encima nos viene de cara. Con todo y con eso no paramos de adelantar a gente y tampoco es que nuestro ritmo disminuya demasiado.
El recorrido tiene un par de cuestas que nos ponen a prueba pero, acostumbrado al sufrimiento de las Medias Maratones, se me hacen bastante llevaderas.
Pasamos por el kilómetro 5 en 24:10 y en meta (5.800) paramos nuestros cronos en 28:36 aprox.
Si en Segovia fue Vero la que iba más fuerte, hoy creo que he sido yo el que ha ido tirando del carro. Un par de veces me ha dicho que me fuera si quería, pero tampoco iba tan sobrado y, además, no me parecía ético del todo puesto que en Segovia fue ella la que tiró de mi en los últimos kilómetros.
He terminado con mucha fuerza y no demasiado cansado por lo que creo que si me hubiera lanzado a tumba abierta, quizás hubiera podido bajar unos 20-30 segundos.
Las marcas aproximadas del resto:
Jesús, que ha vuelto a dar la talla, 23:00
Balbino, en su camino a la Maratón de Madrid, 23:40.
Alfredo, que fue a muerte desde el principio, 23:50.
Antonio, conservador pero seguro, 24:00.
Alejandro, puliéndose poco a poco, 27 y pico.
Después, y aunque el tiempo no acompañaba demasiado, nos hemos marcado una barbacoa espectacular en la casa de Antonio donde hemos sido acogidos estupendamente por su madre, que poco a poco se va convirtiendo en una más de "Atletismo Polán".
Hay que resaltar especialmente que la única chica que ha tenido a bien acompañarnos ha sido Elena, mientras que Rosi y María sólo se han presentado a la hora de la comida (un poquito de espíritu olímpico no vendría mal).
...y el fin de semana que viene más.
4 comentarios:
Sugerencia: la próxima vez que tengais a alguien vestido con una camiseta blanca no le pongais de fondo una pared blanca porque da miedo verlo: parece una cabeza y unas piernas sin tronco.
eso es lo q interesa de este negocio y a nuestros años pasarlo bien y el terce tiempo como dicen en rugby , la barbacoa y las cervezas.
Eso es a disfrutar del campo, Barbacoa y cervezas... y correr que es lo nuestro.
Un abrazo.
Je, je... Yo por jugar un tercer tiempo juego aunque sea dos partidos.
Enhorabuena por haber aprovechado así un buen fin de semana!!
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