domingo, 16 de noviembre de 2008

Trofeo José Cano - 2008

Hoy aviso que la crónica va a ser larga porque hay mucho que contar.

Esta vez el contingente que partía de Toledo lo componíamos:

- Mario (amigo de Jesús)
- Jesús y María Jesús.
- Rosi y yo.

Pero es que además, hoy íbamos a mesa puesta (nunca mejor dicho) y teníamos dos magníficos anfitriones que nos han tratado estupendamente: Antonio y su madre (polanecos de origen y que viven en Canillejas).

La carrera esta vez era un poco más tarde de lo habitual, 11:30 am. A las 9.30 estábamos en el lugar de destino y, después de conocer a la madre de Antonio y de dejar las mochilas en su casa, nos vamos para la zona de salida.

Vamos sobrados de tiempo y hace bastante frio, por eso toca calentar bastante más de lo que acostumbro.

Según se va acercando la hora de salida, aquello se convierte en una marabunta de gente de todos los tipos y colores (lo de los colores va porque, según la organización había bastantes africanos). Nos damos cuenta de que el speaker es el que narra los partidos de la liga inglesa en televisión (eso me motiva).

Cuando estamos a punto de empezar, un tío con barbas y con un micrófono en la mano se empeña, con unas maneras un tanto toscas, en que los de las primeras filas se retrasen unos metros o si no no se da la salida. Al final conseguimos salir casi a la hora exacta y comienzan los primeros empujones, cruces y choques. Incluso alguno se lleva por delante alguna señal que la organización había puesto allí para que no aparcaran los coches.

Comenzamos cuesta abajo para luego llanear un poco. Me encuentro agusto, cojo un buen ritmo y me acoplo a un par de corredores que, parece, van a mi ritmo más o menos. Cuando llegan las primeras cuestas hacia arriba alguno de los que había salido como un tiro empieza a penar. En el avituallamiento me encuentro bastante jaleo, así que decido continuar sin beber.

Justo después del kilómetro 5 comienza la parte más dura que se hace un poco larga y que me obliga a reducir el ritmo hasta el kilómetro 7, pero me encuentro fuerte, tan fuerte que hasta adelanto a un chico de color (de color negro). Esto es la primera vez que me pasa así que estoy realmente emocionado y no podía dejar de plasmarlo en esta crónica.

Una vez superada esa parte, toca lanzarse a tumba abierta e intentar recuperar como sea el tiempo perdido en esos dos kilómetros de subida.

Al final paro el crono en 50:28, lo que para mi es un triunfo puesto que supone mejorar 3 minutos la marca de la del CSIC y 2 la del BBVA.

Una vez superada la linea de meta me encuentro con un embotellamiento para retirar la bolsa-regalo que retrasa nuestra vuelta a casa en casi 20 minutos.

Veo a mi gente y me comentan que todos están satisfechos con sus marcas:

Mario: 40 y pico.
Jesús y Antonio : 41 y algo.

Estando ya en casa de Antonio nos damos cuenta de que hemos tenido un pequeño fallo de organización, y que nos hemos dejado los pantalones en el coche de Antonio que habíamos aparcado en la zona de salida. Nos toca ducharnos y esperar en gallumbos a que Antonio y Jesús nos traigan la ropa. Durante estos minutos de espera nos enteramos que Rosi y María Jesús casi tienen que ser rescatadas por los bomberos ya que se habían quedado cerradas por fuera en el balcón.

Ya limpitos y aseaditos nos sentamos a la mesa donde nos ponemos como el kiko gracias al buen hacer de la madre de Antonio. Después algo de sobremesa mientras hacemos la digestión.

Todo ha ido bien (salvo lo de quedarnos en gallumbos) así que nos volvemos para casa contentos y dispuestos a seguir con esto durante mucho tiempo más.

Agradecimientos especiales a:

- Antonio y su madre: Por ser unos magníficos anfitriones.
- Rosi y María Jesús: Por animarse a venir.
- Jesús: Por llevar el coche (un poco rápido según María Jesús)
- Al barbas de la organización: Por dejarnos salir casi a a la hora.

Hoy dormiremos bien seguro.

Adios.

1 comentario:

Anónimo dijo...

buena crónica víctor!!! sí sí, normal que estés contento, después de adelantar a un tío con una madre de filipinas y un padre...y un padre negro jajaja.
En serio, gran día el domingo, que hay que repetir en no mucho tiempo. Nos vemos el 14 en la del polígono!

Mario