A Prueba de Fuego

Hoy estoy malo, he estado vomitando, así que si veis que las lineas se tuercen es por eso.



Como estaba aburrido en casa me he dedicado a urgar por internet y me he encontrado con esta foto.

Es de la San Silvestre del año pasado. No sé si reconocéis la calle, pero es justo el comienzo de la subida del Miradero.

En esta foto se ve claramente lo que los corredores populares paquetillos como yo tenemos que soportar en las carreras a las que acudimos. A parte de resistir como podemos al paso de los kilómetros, hemos de aguantar a los que van sobrados de fuerzas y que, hasta con un traje de bailarina (y hasta con tacones si se lo propusieran), nos adelantan con una sonrisa de lado a lado y encima de cachondeo con el público asistente.

La conclusión de todo esto es que no tiene más mérito el que corre disfrazado, sino el que tiene que soportar además del cansancio físico, la guerra psicológica que nos plantean aquellos super-atletas que se ocultan tras ridículos ropajes.

Por favor, este año no los vitoreen, no los fotografíen... Nosotros somos los auténtcos sufridores.

Adeu.