lunes, 9 de abril de 2007

Media Maratón de Madrid

Hace casi una semana que ya se ha terminado y todavía estoy alucinado con el cúmulo de sensaciones que experimenté en mi primera media maratón. De hecho, este blog nace como una forma de canalizar y compartir todas estas ideas y recuerdos que rondan mi cabeza.

Para debutar, decidimos hacerlo a lo grande, así que nos plantamos en las calles de la "capi" el día 1 de abril, con un frio que nos hizo plantearnos el tipo de ropa que deberíamos llegar. Al final, manga corta y "pa´lante". Eso sí, nos untamos un poquito de cremita en los pezones y en las ingles porque al estar un poquito rechonchetes, corriamos el riesgo de rozarnos.

Para llegar a una hora prudencial, tuvimos que madrugar bastante. 6:40 am y en pie. Como dice mi madre: "si te lo mandara yo...". En fin que con sueño pero con mucha ilusión iniciamos la expedición. El grupo lo formaban:

- Jesús
- German
- Miguelón.
- Mario
- Un servidor.

German era el único que no todos conocíamos, pero pronto se rompio el hielo y entablamos una conversación distendida que nos llevó entretindos desde Toledo hasta los alrededores del estadio de Vallehermoso, centro neurálgico de la Media Maratón Villa de Madrid VII.

Allí nos encontramos con otros dos conocidos (Jesús II y Ángel) y empezamos a calentar timidamente, rodeados por miles de corredores, que teñían de color la fria mañana que nos ofrecía la urbe capitalina.

Pasaba el tiempo. 9:30 am, y a Jesús le entra cagalera (literalmente hablando), así que se mete en el camión-sanitario no sin antes esperar una larga cola que nos hace plantarnos casi en las 9:45. Antes de salir, y en un período de menos de 25 minutos, German ha orinado 3 veces. Nos colocamos en la zona de 1:50 - 2:00 y a esperar. (los dos jesuses se habían ido un poco más delante porque sus pretensiones eran otras).

Pistoletazo de salida.... y cinco minutos y pico después pasamos por la salida y comenzamos a dar nuestras primeras zancadas.
Nos habían metido miedo con las cuestas y el perfil de la carrera, así que empezamos bastante prudedentes, frenándonos unos a otros en cuanto veíamos que alguno se aceleraba.

Pronto veo a mi hermana y a mis sobrinos. Me hace mucha ilusión que me vean porque creo que estas cosas son un buen ejemplo para ellos. Cuando terminan los dos primeros km, comienza la primera subidilla, que afrontamos con cierta incertidumbre pero que superamos sin mucha dificultad.

Vamos felices, estamos pletóricos.

A los pocos km Miguelón comienza a resentirse de la tendinitis en el pie que le apareció la semana anterior, pero no hay vuelta atrás. Casi sin darnos cuenta ya hemos pasado el km 5. Un poco antes, en el km 4 vemos a nuestras chicas que también han hecho un esfuerzo viniendo a vernos y madrugando un sábado.

Km 9. Santiago Bernabeu. Veo a mis sobrinos y a mi hermana y los choco las manos mientras que me animan. A lo lejos se divisa el primer repecho duro. Casi cuando coronábamos vemos a un chico en silla de ruedas que también está participando en la carrera. Le damos unos gritos de ánimo y seguidamente pasamos por el km 10. 1:04 según el reloj oficial de la carrera.

Algunos empiezan a resentirse. A German cada vez le cuesta más y eso se le nota en la respiración. Mi cuerpo me pide un poco más de ritmo y aprovechando un pequeño hueco (km 15) que Mario y yo abrimos con respecto a Angel, Miguel y German, decidimos seguir a nuestro ritmo aunque sin pegar un cambio demasiado fuerte por si alguno de los que dejábamos atrás se animaba. No viene ninguno. Se quedan a ayudar a Germán, creo que Angel no va demasiado bien tampoco y que Miguel se siente obligado a quedarse con ellos porque es con el que más relación tienen.

Mario y yo comenzamos a aumentar el ritmo progresivamente y a partir de ese momento sólo adelantamos gente.

Km 16.5, 1:36. Vamos a andar un poquito justos si queremos hacer menos de dos horas. Hay que apretar. Seguimos subiendo el ritmo.

Km 17, otra vez mis sobrinos y sus gritos de ánimo. Son los mejores.

A partir de ese punto se supone que sería cuesta abajo hasta el estadio. Pues no. Llaneamos. Hay mucha gente en la acera animando. Vamos fuertes pero reservando un poco no vaya a ser que tengamos sorpresa.

Km 19.5. Casi vemos el estadio.

Y como imaginábamos ¡¡¡¡LA SORPRESA!!!!. Cuando ya parece que todo es cuesta abajo hasta la meta, doblamos una esquina y .... para arriba. el último km se hace cuesta arriba y pegamos un bajón en el ritmo que me hace pensar que no vamos a conseguir hacer menos de 2 horas.
Mario está sufriendo más que yo, pero no queda nada. Entramos en el estadio 1:58:45. Aunque un señor nos dice que nos quedan 400 mts inconscientemente pasamos de él y nos dirigimos hacia la primera meta publicitaria que vemos convencidos de que terminamos . Vamos saludando a nuestras respectivas. a pocos metros nos damos cuenta de que no es esa la verdadera meta. 1:59:20. Decido que no voy quedarme sin bajar de las dos horas por unos pocos segundos así que esprinto (aunque la gente me mire mal). Mario se queda un poco. FINAL. 1:59:49. Mario creo que hizo casi las dos horas justas.


Al pararme mi cuerpo se extraña y me hace parecer un pato andando, pero estoy orgulloso de mi mismo. Soy un pato orgulloso.

A los pocos minutos (4 y algo) llegan Miguel y Ángel. German los ha obligado a dejarle y seguir a su ritmo. German llegaría unos 10 minutos más tarde. Ha tenido que hacer algun tramo andando, pero se merece un aplauso como el que más.

Los jesuses lo han bordado: Jesús II (1h 36), Jesús I (1h 39)

Conclusiones:
- No es tan dura. Las cuestas son de risa comparadas con las de Toledo.
- Experiencia única y totalmente recomendable.
- La Maratón la dejamos para más adelante (mucho más adelante).

Seguiremos informando.









No hay comentarios: