viernes, 3 de julio de 2009

A-garrotados


Pues sí señores, lo que lleva mi cuñado es una garrota de las de toda la vida.
Os cuento la historia:
Siguiendo con nuestras dos semanas de descanso activo, y aprovechando la visita de mi hermano, decidimos incorporar el fron-tenis en nuestro planning deportivo. ¡Quien nos iba a decir que íbamos a terminar de esta guisa!.
La cosa no iba mal hasta que, en un prodigioso sprint, a Javi le dio lo que normalmente se conoce como síndrome de la pedrada en el gemelo. Su primera reacción fue girarse para increparnos por haberle tirado una piedra, pero no tardó más de dos segundos en darse cuenta de que se había tratado de una intervención divina.
En la pista estábamos mis hermanos, mi cuñado y yo. Es decir, tres Fernández y un no-Fernández, y tuvo que lesionarse el no-Fernández. Sacad vuestras propias conclusiones.
Os recuerdo que, aquí mi cuñadito, es el que me ha animado a apuntarme con él a la maratón de Barcelona, así que no quiero ni pensar en que ahora se raje.
Menos mal que mi padre llevaba la garrota de mi abuelo en el coche (no me preguntéis la razón), porque sino nos hubiera tocado llevarle a caballito hasta el coche. Nunca se sabe cuando vas a necesitar la cantidad de cosas inútiles que se llevan en el maletero del coche.
Cuando íbamos hacia la salida de las pistas nos cruzamos con un tipo, que observando la terrible cojera, nos advirtió de que lo mejor que podíamos hacer era sacrificarle allí mismo para que no sufriera más. En el último momento decidimos no hacerle caso.
Por otro lado, esta semana he vuelto a correr. El calor es angustioso y mi forma física deja mucho que desear. Además estoy saliendo con mi hermano, que en breve correrá la Media de San Francisco y que, por tanto, está bastante entrenado.
Seguiremos informando.
Víctor.

1 comentario:

Quique dijo...

Hola Victor, en el maletero del coche hay cosas bastante raras...el mio parece un decathon...raquetas, balones, etc...

Los Fernandez están hechos de buena pasta ¡eh!

Un saludo
Quique